Desde su creación en 1995, la conocida titulación de “Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas” (denominada también TAFAD) se ha transformado a raíz de los diferentes cambios que ha sufrido el sistema educativo nacional. Al pasar de la LOGSE a la LOMCE, muchas titulaciones sufrieron modificaciones y la formación en el ámbito deportivo no fue una excepción. Al ampliarse esta rama de la formación profesional, el antiguo TAFAD se subdividió en dos nuevas titulaciones:
- TSEAS (Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva)
- TSAF (Técnico Superior en Acondicionamiento Físico)
El cambio, justificado por la evolución del sector y la aparición de nueva demanda, no estuvo exento de cierta incertidumbre. Con estas dos nuevas opciones sobre la mesa, ¿Qué salidas profesionales y competencias se reparte cada una de ellas?
En un artículo anterior de nuestro blog ya repasamos todo lo relacionado con la titulación TSEAS, y a continuación aclararemos brevemente qué es TSAF, sobre todo en lo que respecta a sus competencias y salidas profesionales dentro de nuestro sector profesional.
Si analizamos la denominación de este ciclo formativo, “Técnico Superior en Acondicionamiento Físico” ya podemos intuir que su principal salida profesional se encuentra en el sector del Fitness. Analizando más en detalle y entrando a nivel competencial, esta titulación cubre los certificados de profesionalidad de Acondicionamiento Físico en Sala de Entrenamiento Polivalente, Acondicionamiento Físico en Grupo con Soporte Musical y Fitness Acuático e Hidrocinesia.
Por lo tanto, vemos que esta Formación Profesional (FP) está estrechamente relacionada con los certificados de profesionalidad (CP), siguiendo el criterio marcado desde hace años por las Autoridades en materia de Educación, vinculando estas titulaciones dentro del sistema educativo con titulaciones oficiales.
Si examinamos en detalle la descripción de la titulación TSAF podremos apreciar un poco más los objetivos de esta formación.
El artículo 8.a del Real Decreto que define la naturaleza de este ciclo formativo deja muy claro el perfil al que se orienta el alumno que acabe sus estudios:
“El perfil profesional de este título, dentro del sector terciario, define un profesional polivalente capacitado para ejercer su actividad profesional en el ámbito de la actividad física saludable, respondiendo tanto a las necesidades de la población, como a los cambios en el mercado del sector del fitness”.
En el artículo 7.2 se amplía esta definición mencionando “ocupaciones y puestos de trabajo más relevantes”, entre los que incluye algunos como entrenador/a personal, Monitor/a de aeróbic, de step, de ciclo indoor, de fitness acuático o instructor/a de actividades de acondicionamiento físico para colectivos especiales.
Pero tras las definiciones del ámbito profesional en el que se puede desarrollar el alumno que obtenga la titulación, una disposición adicional especifica que “El título establecido en el presente Real Decreto no constituye una regulación del ejercicio de profesión regulada alguna” Lo que delimita claramente el alcance de esta titulación, dejando el tema en manos de las regulaciones profesionales que cada Comunidad Autónoma ha ido realizando en este sector.
En este sentido, ni todas las regulaciones son iguales ni todas las Comunidades Autónomas tienen siquiera una regulación. Para acabar de complicarlo, existen algunos casos de comunidades que tienen una regulación, pero que no se viene aplicando por distintos motivos.
Independientemente de la regulación, cada empresa del sector de la actividad física puede “autorregularse” y decidir libremente si contrata a profesionales formados en base a CP’s, ciclos formativos, licenciados, graduados o acreditados mediante competencias. En este espacio de gran ambigüedad, es donde el alumno debe estar bien informado para saber moverse dentro del sector.
Ante esta situación, la mejor combinación de una actitud activa y proactiva es elegir aquellos centros que den una formación reglada (CP’s, CFGS o CCAFyD) o escuelas con planes de estudios, contenidos y profesores que permitan al alumno disponer de la formación necesaria para poder presentarse a un proceso de acreditación de competencias mediante el cual obtendrá su Certificado de Profesionalidad. Teniendo en cuenta este contexto de cierta confusión legislativa en el campo de las titulaciones, la mejor decisión que puede tomar el alumno es apostar por una formación que sea de calidad, con un profesorado especialista y que responda a las demandas del mercado.
