Kettlebells: Hardstyle vs. Softstyle

El entrenamiento con kettlebells ha llegado a los gimnasios para quedarse. Cuando hace unos años era raro encontrarlas, ahora casi todas las instalaciones tienen su área “funcional” con un buen surtido de kettlebells. Y esto no es por ningún capricho de los centros, sino porque cada vez hay más usuarios enganchados a esta herramienta.

En este post te explicaremos los beneficios del entrenamiento con kettlebell y los dos estilos básicos de práctica: hardstyle y softstyle.

1-Beneficios de las kettlebells: los movimientos ‘balísticos’

La utilidad de las kettlebells viene determinada por su forma. En cuanto coges una mancuerna de 16 Kg y una kettlebell de 16 Kg, pronto te das cuenta de cómo de diferente se “siente” ese peso. Y es que no es lo mismo agarrar una barra con pesos en los extremos que una bola de hierro con un asa.

Precisamente, como toda la masa de la kettlebell está “colgando” del asa, es más fácil empujarla y acelerarla. Con un pequeño impulso inicial, la kettlebell se desplaza en el aire como un péndulo.

Por ello es muy cómodo acelerar la herramienta, tanto desde el inicio como durante el recorrido del movimiento. De hecho, cuanto más se mueve la kettlebell, más fácil resulta manejarla.

Esto es lo que llamamos “movimientos balísticos”, la característica principal del trabajo con kettlebells.

Esta particularidad, sumada a su forma de bola, que permite jugar con ella sin fricciones, la convierte en una herramienta muy interesante para trabajar varias capacidades físicas.

 

New call-to-action

 

Uno de los beneficios más importantes del entrenamiento con kettlebells es el trabajo de estabilidad. En efecto, la kettlebell se siente mucho más inestable que la mancuerna. Esto es porque el peso de la kettlebell nunca queda del todo “equilibrado” respecto a tu brazo o el resto de tu cuerpo. Cuando haces trabajo unilateral con kettlebell, se activan los grupos musculares del tronco encargados de esa estabilización extra.

Otro trabajo interesante es el de propiocepción, el ir ganando cada vez más consciencia de cómo está distribuido tu cuerpo y cómo lo afectan las fuerzas de la kettlebell. Por eso se dice que la técnica de la kettlebell es “autocorrectiva y autolimitante”: si no te mueves bien y con precisión, no podrás hacer bien el movimiento.

El hecho de trabajar con una herramienta que se va acelerando también te hará aprender cuándo es momento de tensar el cuerpo y cuándo es momento de relajarlo. Una habilidad que te será muy útil no solo en el entrenamiento de fuerza, también en el deporte.

Este conjunto técnico, que incluye estabilidad, propiocepción y dualidad tensión-relajación, es lo que te permitirá ser cada vez más eficiente con la herramienta.

Entonces podrás elegir si quieres realizar los gestos con máxima tensión o mínima tensión. Aquí es cuando entran en juego los dos estilos del entrenamiento con kettlebells.

2-Estilos: Hardstyle y Softstyle

Softstyle o Girevoy

Al softstyle se lo conoce popularmente por girevoy.

Es un estilo adaptado a las competiciones deportivas de kettlebells, que buscan realizar el mismo movimiento durante el mayor tiempo posible, o realizar las máximas repeticiones dentro de un tiempo determinado.

Cuando persigues este objetivo lo que necesitas es eficiencia y economía de movimiento, fatigarte lo menos posible y ser fluido. Dicho de otro modo, ahorrar energía y hacer cada gesto con la mínima activación posible. De ahí que se llame estilo soft.

A nivel visual, cuando ves a alguien practicar con softsyle, la sensación es la de estar “jugando” con la kettlebell.

Las kettlebells de competición tienen siempre el mismo tamaño independientemente de su peso. La ventaja de ello es que siempre trabajas con la misma medida, y por lo tanto no has de ir adaptando la técnica conforme vas progresando. De hecho, cada vez es más normal encontrar en los gimnasios kettlebells de este tipo.

El otro tipo de kettlebells son las de hierro, que van aumentando de tamaño conforme son más pesadas. Son las propias del estilo hardstyle.

Hardstyle

En el hardstyle la sensación no es la de ver a otra persona “jugar” con la kettlebell, sino la de estar haciendo un esfuerzo enorme. Porque el objetivo del hardstyle no es buscar la mínima fatiga posible sino desarrollar la fuerza.

El hardstyle se centra en imprimir intensidad en cada gesto. Máxima tensión para producir la mayor fuerza posible. Hardstyle es, pues, el estilo para desarrollar la potencia.

En este estilo hay un mayor contraste en la dualidad tensión-relajación. Y tal vez por la mayor fatiga acumulada durante los gestos, es aún más importante saber cómo y cuándo relajarse.

La progresión básica dentro del hardstyle es ir trabajando con kettlebells cada vez más pesadas, o cambiar de una a dos kettlebells.

En este caso, el patrón respiratorio es muy diferente al softstyle.

En el softstyle hay que economizar la entrada y salida de aire, e interesa una capacidad cardiorrespiratoria más parecida a la de un corredor.

En el hardstyle hay que respirar como en los levantamientos pesados (press de banca, peso muerto, sentadilla…), mediante la respiración diafragmática y la maniobra de valsalva. La idea es que la respiración añada un plus a nuestra capacidad de ejercer fuerza máxima a la vez que estabilizamos nuestro tronco.

La progresión en hardstyle, al hacerse con cargas mayores, requiere una base técnica muy pulida. Al fin y al cabo, un movimiento no controlado puede resultar perjudicial. Por ello nunca hay que sacrificar la técnica por una repetición o unos Kg de más.

Esa es la filosofía que seguimos en nuestra formación de especialista en kettlebell Ironcast Hardstyle. Porque no es lo mismo “hacer gestos” con kettlebell que dominar la herramienta en su complejidad técnica y versatilidad.

En este programa, además de las bases técnicas, también aprenderás cómo programar un entrenamiento completo con kettlebells, pasando por todas las manifestaciones de la fuerza (desde la resistencia hasta la potencia). Útil no solo para mejorar la salud, también para mejorar el rendimiento deportivo.

3-Conclusiones

La kettlebell es una magnífica herramienta para realizar entrenamientos completos. Y por el poco espacio que ocupa, es ideal para tener en casa como recurso. Podrás trabajar tren superior e inferior por igual con una especial incidencia en el CORE, a la vez que vas desarrollando capacidades “invisibles” como estabilización, propiocepción y control de la respiración.

En cuanto a los estilos, Sofstyle y hardstyle aunque opuestos no tienen por qué ser necesariamente excluyentes. Si bien conocer ambos estilos puede darte una perspectiva mayor dada la versatilidad de la Kettlebell, es esencial que entendamos que la elección del estilo quedará subordinada al objetivo del entrenamiento.  La gracia de la kettlebell está precisamente en el juego que da. Tal y como la uses aprenderás a utilizar tu cuerpo de forma distinta. Aprende con nuestra formación cuando y porqué el Hardstyle será la elección apropiada para tu entrenamiento. Recuerda, somos Ironcast y estamos forjados en hierro.

 

New call-to-action

Entradas recientes